Las marcas de acné son marcas o cicatrices que quedan en la piel después de que un brote de acné ha sanado. Estas marcas pueden ser de diferentes tipos, como manchas rojas o marrones, depresiones o elevaciones en la piel, y pueden variar en su apariencia y gravedad.
Las marcas de acné se forman cuando la inflamación del acné afecta las capas más profundas de la piel, como la dermis. Cuando esto sucede, el cuerpo produce colágeno para reparar el daño, pero a veces la producción de colágeno es insuficiente o excesiva, lo que puede resultar en una cicatrización anormal.
Las manchas rojas o marrones, también conocidas como hiperpigmentación post inflamatoria, son causadas por la sobreproducción de melanina en la piel en respuesta a la inflamación del acné. Estas manchas generalmente desaparecen con el tiempo, pero pueden durar meses o incluso años.
Las cicatrices deprimidas, también conocidas como cicatrices atróficas, se forman cuando la inflamación del acné destruye el tejido de la piel y deja un agujero o depresión en la piel. Las cicatrices elevadas, también conocidas como cicatrices hipertróficas o queloides, se forman cuando la producción de colágeno es excesiva y la piel cicatrizada queda elevada sobre la superficie de la piel.
La prevención del acné temprano y un tratamiento adecuado del acné pueden ayudar a reducir el riesgo de formación de marcas de acné. Si ya se tienen marcas de acné, hay tratamientos médicos y estéticos disponibles que pueden ayudar a reducir su apariencia, como tratamientos con láser o peelings químicos, entre otros.
¿Cómo las tratamos?
El tratamiento de las marcas de acné en nuestra clínica las tratamos con láser de dióxido de carbono (CO2), este implica el uso de un láser que emite pulsos de luz altamente concentrados que penetran en la piel y eliminan las capas superiores de la piel afectada por las cicatrices del acné. El láser de CO2 también estimula la producción de colágeno en la piel, lo que puede ayudar a mejorar la apariencia de las cicatrices.
El tratamiento con láser de CO2 se realiza en nuestra clínica y puede requerir anestesia tópica o local para minimizar el dolor y la incomodidad. Durante el procedimiento, el doctor moverá el láser sobre las áreas afectadas de la piel, eliminando las capas superficiales de la piel. El procedimiento puede durar desde unos pocos minutos hasta una hora, dependiendo del tamaño y la cantidad de cicatrices de acné a tratar.
Después del tratamiento, es común que la piel esté enrojecida y tenga una sensación de ardor. Hay que tener en cuenta que la piel presente costras y descamación durante varios días. Es importante seguir las instrucciones que indicamos en la clínica para cuidar adecuadamente la piel después del tratamiento para minimizar el riesgo de complicaciones y optimizar los resultados.
El tratamiento con láser de CO2 puede requerir varias sesiones para lograr los mejores resultados, y la cantidad de sesiones necesarias dependerá de la gravedad de las cicatrices de acné y de la respuesta individual de la piel al tratamiento. Los resultados del tratamiento con láser de CO2 pueden ser muy efectivos para mejorar la apariencia de las marcas de acné, pero es importante tener expectativas realistas y hablar con nuestro doctor para determinar si este tratamiento es adecuado para sus necesidades individuales.
¿Se puede realizar este tratamiento mientras se tenga acné activo?
Por lo general, no se recomienda el tratamiento de las marcas de acné con láser de dióxido de carbono (CO2) mientras se tenga acné activo, ya que el tratamiento con láser puede empeorar la inflamación y la infección del acné.
El láser de CO2 puede estimular la producción de sebo en la piel, lo que puede aumentar la posibilidad de brotes de acné. Por lo tanto, es importante que el acné esté bajo control antes de considerar el tratamiento con láser para las marcas de acné.
¿Cuáles son las recomendaciones adecuadas después de la realización del tratamiento?
Después del tratamiento de marcas de acné con láser de dióxido de carbono (CO2), es importante seguir las siguientes recomendaciones:
1. Proteger la piel del sol: La exposición al sol puede empeorar la apariencia de las cicatrices y prolongar el tiempo de recuperación. Se debe evitar la exposición directa al sol y usar protector solar con un SPF de 50 o más, incluso en días nublados.
2. Mantener la piel hidratada: Es importante mantener la piel hidratada después del tratamiento para ayudar a prevenir la descamación y la sequedad. Se pueden usar cremas hidratantes suaves y no irritantes. (Nosotros te informaremos de un protocolo de lavado e hidratación diaria)
3. No tocar ni rascar la piel: Es importante evitar tocar o rascar la piel tratada, ya que esto puede aumentar el riesgo de infección y empeorar la apariencia de las cicatrices.
4. Evitar maquillaje durante unos días: Se debe evitar el uso de maquillaje durante al menos varios días después del tratamiento para permitir que la piel se recupere.
5. Seguir las instrucciones del doctor: Es importante seguir las instrucciones del doctor para cuidar adecuadamente la piel después del tratamiento y minimizar el riesgo de complicaciones.
6. Evitar actividades físicas intensas: Se recomienda evitar actividades físicas intensas durante al menos 24 horas después del tratamiento para permitir que la piel se recupere.
Es importante tener en cuenta que el tiempo de recuperación y los cuidados posteriores pueden variar según la gravedad del tratamiento y el tipo de piel. Por eso es muy importante seguir las recomendaciones que se indican en clínica, que dependerán también de del tipo de piel de cada paciente y sobre todo de su evolución y recuperación.
¿Cuál es la mejor época para tratar las marcas y cicatrices de acné con laser CO2?
La mejor época del año para realizar el tratamiento de las marcas de acné con láser de dióxido de carbono (CO2) puede variar según el tipo de piel y la gravedad de las cicatrices, pero generalmente se recomienda realizar el tratamiento durante los meses de otoño invierno.
Esto se debe a que, durante estos meses la exposición al sol es menor, lo que reduce el riesgo de daño solar y permite una mejor recuperación de la piel después del tratamiento. Además, en muchos lugares, el clima durante los meses de invierno es más fresco y seco, lo que puede ayudar a reducir la inflamación y el enrojecimiento después del tratamiento.
Es importante tener en cuenta que el tiempo de recuperación después del tratamiento puede variar según el tipo de piel y la gravedad del tratamiento. Por lo tanto, es recomendable hablar con un nuestro doctor para determinar el mejor momento para realizar el tratamiento en función de sus necesidades individuales.
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